Me miraba. Eso estaba claro. Me estaba mirando a mí. Yo lo miraba con descaro. Observando cada mínimo gesto que hacía.Sus ojos verdes se clavaban en mis ojos verdes. Y una sonrisa poco a poco pintaba su cara. Yo seguía allí parada, mirando a un desconocido que me provocaba sensaciones que ni la primavera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Lucecillas...