Polos opuestos.

Ella es corazón, él es razón. Él es blanco, ella es negro. Él es música que amansa a las fieras, ella rock que te martillea los oídos. Ella es la humorista, él es un chiste malo inesperado. Ella es una reacción poco común, él es argumentos sólidos. Ella es ensalada, él es comida basura. Ella sueña, él duerme. Ella es aire acondicionado, él es brisa. Ella es viernes por la noche, él es domingo perezoso. Ella es achuchón al despedirse, él es saludo cordial cuando llega. Ella es lluvia, él paraguas. Ella respira, él suspira. Él es mapa, ella territorio desconocido. Ella es una sinrazón, él es explicación lógica. Él es física, química y matemáticas, ella es arte, poesía y escultura. Él es sonrisa ladeada, ella carcajada espontánea. Ella es futuro, él es hoy y ahora. Él es quien debería ser, ella es quien sueña ser. Él es él. Ella es ella. Él no puede vivir sin ella. Ella no puede vivir sin él. Son el norte y el sur, el polo positivo y el negativo. Pero se necesitan. Porque los polos opuestos, al final, siempre se atraen.