Aveces me sentiría capaz de coger el primer vuelo con destino desconocido y despegar sola, sin más equipaje que lo puesto. Me encantaría temblar con esa intriga de alejarme y no saber a donde voy, no saber a quien me encontraré y no tener que dar explicaciones a nadie sobre mi partida, sobre mis costumbres, mis manías ni mis vicios. Desearía poder volar tan alto como un águila, correr tan velozmente como un lince y rugir tan fuerte como un león. Me encantaría sentirme capaz de cualquier mínima cosa que me proponga, en mi mundo, en mi paradero desconocido. Sería una excusa para volver siendo otra persona, más fuerte, con más ganas, más energía. Tan sólo pensar en descubrir nuevas ideas me fascina, al igual que tener la certeza de que nadie me vigila, de que nadie me juzga, de que nadie quiere acabar conmigo.

Sólo yo, perdida en la nada. Sin compañía. Sola porque sé que tu no estarás ahí para perseguirme, para ser parte de mi escapada, de mi aventura, de mi sueño.