Ojos que no ven, corazón que se salva.

Qué decir cuando ya no sientes nada. Cuando empapas tu almohada en silencio, todas las noches, todas las mañanas. Cuando el silencio es tu mejor aliado y sólo te apetece dormir para desaparecer del mundo. Cuando esa persona te falla y los esquemas se rompen. Qué decir cuando todo sale mal incluso en tu propia habitación y piensas que todo será igual ahí fuera, donde la gente es más cruel con quien menos se lo merece. Tal vez soportaré este infierno, tal vez en el fondo me lo he buscado yo, pero sólo tal vez. Y de lo que puedo estar segura es de que, si llega el momento en que estemos cara a cara, fingiré no verte. Ignorarte será la oportunidad de salir de esta porquería. Porque ojos que no ven... corazón que se salva...